Ante la imposibilidad inicial de establecer un contacto verbal, y, más adelante, ante la diversidad de lenguas encontradas, se recurrió a un medio tradicional de establecer un contacto en el marco de la relación pacífica: el ofrecimiento o intercambio de regalos. Los indios practicaban esa costumbre cuando acudían ante la presencia de una dignidad a la que deseaban predisponer. Cuando las pequeñas naciones trataban de pactar la paz entre ellas, se enviaban presentes la una a la otra, como testimonio de una actitud amistosa.
De la misma manera los indios actuaron ante los españoles: estos objetos eran frutas mantas, plumas. Los indios también obsequiaban oro, lo que despertó la codicia de los europeos. Cuando el intercambio se había realizado, ambos bandos daban señales de que les eran gratos, y de este modo quedaba sellado un aparente pacto de paz o, al menos reinaba una aparente actitud amistosa.
El proceso colonizador en América siguió las normas feudales, aceptadas como adecuadas no solo por los españoles si no por los indios, ya sea por la fuerza, ya sea por ignorancia, ya porque pertenecían a un imperio donde el peso del poder era todavía mucho más amenazador.
No debe verse este intercambio como sustitutivo del intercambio verbal. En las sociedades pre capitalistas, el comercio en silencio era una actividad muy generalizada. Para los españoles fue un medio por el que conocieran a su enemigo y sus debilidades y por el que, en cierta medida, ya se demostraban superiores
Función Comunicativa De Los Gestos
El lenguaje no verbal es en parte instintivo (frotarse con la mano la zona adolorida); en parte es imitativo (reproduce los gestos que ve en los demás). En el contacto inicial entre españoles y nativos tuvo que ser decisivo ese tipo de señal informativa puesto que no se conto con la posibilidad de un entendimiento lingüístico. La primera epata fue el mutuo reconocimiento, y más que conocer la lengua del interlocutor importaba algo mucho más elemental: su acercamiento físico y la ausencia de agresividad.
Los españoles entienden informaciones parecidas de los gestos de los indios: que tiene reyes, que estañen guerra con los vecinos, que son gente de paz. Es evidente que cada cual interpretaba las señales según su deseo, hubo ocasiones en las que las malas interpretaciones podían acarrearles a unos y a otras muy malas consecuencias.
A través de las señales también se canalizaron órdenes. Nos parece que es más común en los textos que sean los españoles los que trasmiten las ordenes. Se usaban los verbos: “mandar”, “advertir “, y ordenes como: “que se vayan”, “que se detengan”
Por otra parte, a lo largo de esta exposición, estamos partiendo de que la base de que no había posibilidad de intercambio verbal, porque no se conocían ni los mínimos rudimentos de la lengua. Recurrieron a la solución de los gestos no solo los soldados y los colonizadores, sino los religiosos para iniciar su tarea evangelizadora. Mientras los friales se afanaban por saber algo de las lenguas indígenas, recurrieron a los gestos y movimiento del cuerpo, al igual que utilizarlo, potenciándoles, los medios gráficos a los que los naturales, que practican la técnica de los jeroglíficos, estaban avezados.
Emma Martinell Gifre, La comunicación entre españoles e indios: palabras y gestos. Editorial MAPFRE, S.A. madrid españa, biblioteca Aurelio Polit.
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